Foto de Charles Parker
Sabemos que los niños van cambiando día tras día con el paso de los años, bueno, lo mismo sucede con su visión. Por eso es tan importante prestarle atención y así prevenir problemas a futuro.
Durante la primera y media infancia, las vías visuales en el cerebro responsables del seguimiento, la percepción de profundidad y el enfoque cercano se van desarrollando. Teniendo esto en cuenta, No es raro que los errores de refracción, la hipermetropía, miopía o astigmatismo comiencen a aparecer entre los 3 y 10 años.
Ahora bien, si se llega a tener sospecha de un problema de visión en un niño, es fundamental realizar un control por parte de un oftalmólogo profesional. Recalquemos que los menores no pueden decir con exactitud que tienen problemas de visión, y es aquí donde juegan un papel importante ciertos signos de alarma como los siguientes
- Casos en los que sostiene el material de lectura muy cerca de su rostro.
- Prestar atención cuando el niño dice que está viendo cosas borrosas.
- Si el niño quiere evitar trabajos que requieran uso de la vista como la lectura o ver la televisión.
- Importante fijarse si el niño gira la cabeza de lado cuando le presta atención a un objeto en especial.
- Si tiene una capacidad de atención corta con tareas visuales.
- Notar si al momento de la lectura se pierde constantemente o usa el dedo para guiarse.
Por otro lado, no está de más aclarar que la alimentación también es importante durante esta etapa del desarrollo visual del pequeño. Aunque a menudo se pasa por alto, la nutrición es considerada un factor clave.
A continuación, conoce los nutrientes imprescindibles que mejoran la salud ocular en la infancia:
Vitamina A: Es necesaria tanto para la función saludable de la retina como para mantener la salud de las capas superficiales del ojo. Destacamos que La deficiencia de vitamina A es la principal causa de ceguera prevenible en niños pequeños. Puedes encontrar esta vitamina en pescados, huevos, vegetales como la calabaza y la col o frutas como el mango y el melón.
Vitamina C: Además de ser un antioxidante, ayuda con la síntesis de colágeno, este importante componente para las estructuras del ojo como la córnea, el vítreo y la esclerótica. Las fuentes de vitamina C las encuentras en frutas como el kiwi, limón y naranja, además de verduras como la espinaca, coles de Bruselas y el brócoli.
Zinc: Este es un mineral crucial para mantener la visión. El zinc se encuentra en altas concentraciones en la mácula, que es el centro de la retina responsable de la visión de alta resolución. Las fuentes dietéticas de zinc incluyen ostras, carne roja o anacardos.
Como puedes notarlo, es bastante sencillo cuidar desde temprana edad la salud visual de tus pequeños. Te recomendamos contar con nuestras manos expertas para que los resultados sean 100% exitosos : )